lunes, 20 de octubre de 2025

Entrevista a Liz Soto Rivas "Sororidad en movimiento "


Conocí a Liz hace aproximadamente un año.

Mi proceso migratorio me ha permitido encontrarme con mujeres maravillosas, llenas de fuerza, talento y generosidad. Liz Sotorrivas es una de ellas: una mujer profundamente especial, no solo por lo que hace, sino por la energía y autenticidad que transmite.

En esta entrevista, Liz nos comparte una mirada única, creativa y sensible de su experiencia.



Liz Soto Rivas es de nacionalidad mexicana,  estratega de marketing y comunicación y fotógrafa profesional, activista social en pro de los derechos humanos y de la mujer. Estudió comunicación en su país, México. Estudió community management para empresas en España, fotografía en MassArt en Boston, e inglés como segundo idioma en la Universidad de Harvard. Liz es la fundadora de la Comunidad Latinas en Alemania, la comunidad más grande en ese país. Liz nos brinda una entrevista muy interesante y amena, llena de matices y brillos.

¿Podrías contarnos un poco sobre ti y tu camino hasta llegar a Alemania?

Soy Liz Soto Rivas, mexicana y fotógrafa de profesión. Llegué a Alemania movida por la curiosidad, el amor y el deseo de crecer personal y profesionalmente. El camino no fue sencillo: me encontré con un idioma nuevo, una cultura diferente y la distancia de mi familia. Pero al mismo tiempo fue un proceso de descubrimiento, de aprender a reinventarme y encontrar un espacio donde pudiera seguir creando y conectando con otras personas.

¿Qué te inspiró a crear o formar parte del grupo Latinas en Alemania?

La necesidad de no sentirme sola. Extrañaba mucho la cercanía y la calidez de nuestra cultura, y noté que muchas mujeres pasaban por lo mismo. Pensé que, si nos uníamos, podríamos apoyarnos, compartir experiencias y sentirnos un poco más en casa.

¿Cómo nació el grupo?

Nació de manera muy orgánica. Primero era un espacio pequeño en redes sociales para conectar, pero poco a poco empezó a crecer. Cada mujer que llegaba traía su historia, sus preguntas y sus ganas de compartir. Fue como encender una chispa que rápidamente se convirtió en fuego.

¿Cuáles fueron los primeros retos que encontraste al iniciarlo?

El principal reto fue darle estructura sin perder la esencia de comunidad. Al principio éramos muchas con necesidades diferentes: desde apoyo emocional hasta consejos prácticos de vida en Alemania. Encontrar un balance entre ser un espacio seguro y, al mismo tiempo, un lugar útil y organizado no fue fácil.

¿En qué momento sentiste que el grupo se convirtió en una comunidad sólida?

Cuando vi que las mujeres empezaban a apoyarse entre ellas, incluso sin que yo interviniera. Ver cómo compartían información, se acompañaban en procesos personales o celebraban juntas sus logros fue el momento en que entendí que esto ya no era solo un grupo: era una comunidad viva.

¿Qué significa para ti liderar o acompañar a tantas mujeres latinas en Alemania?

Es un honor y también una gran responsabilidad. Significa saber que no estoy sola, que juntas tenemos una fuerza increíble. Acompañarlas me ha enseñado a escuchar, a valorar nuestras diferencias y a confiar en el poder de la unión.

¿Podrías compartir alguna historia o experiencia especial que haya marcado al grupo?

Recuerdo mucho la primera vez que organizamos un encuentro presencial. Muchas no se conocían en persona, pero en cuanto nos vimos hubo abrazos, risas y lágrimas. Fue como reencontrarse con amigas de toda la vida. Ese día confirmé que el grupo tenía un propósito real.

¿Qué valor encuentras en la diversidad de mujeres que forman parte del grupo?

Es precisamente esa diversidad lo que nos enriquece. Tenemos mujeres de distintos países, profesiones, edades y sueños. Cada una aporta una perspectiva distinta, y eso nos ayuda a aprender unas de otras y a crecer colectivamente.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las mujeres latinas en Alemania?

El idioma es uno de los grandes retos, junto con la adaptación cultural. También la soledad, el racismo y las dificultades para integrarse laboralmente. Muchas veces tenemos que demostrar el doble para ser reconocidas.





¿Qué aprendizajes personales te ha dejado esta experiencia?

Me ha enseñado paciencia, empatía y resiliencia. He aprendido que no importa cuán diferentes seamos, siempre hay puntos de encuentro que nos unen. También he confirmado que juntas somos más fuertes.

¿Cómo sientes que el grupo ha impactado en la vida de las integrantes?

Muchas me han compartido que el grupo les ha dado un sentido de pertenencia, que han encontrado amigas, apoyo y hasta oportunidades profesionales. Creo que, en muchos casos, ha sido un salvavidas emocional.

¿Tienen proyectos, sueños o metas a futuro para seguir creciendo como comunidad?

Sí. Queremos fortalecer los encuentros presenciales, crear proyectos que visibilicen a las mujeres latinas en Alemania y generar redes de apoyo más estructuradas, tanto emocionales como profesionales.

¿Qué consejo le darías a una mujer latina que llega por primera vez a Alemania?

Le diría: no tengas miedo de pedir ayuda, busca comunidad y no olvides quién eres ni de dónde vienes. Aprenderás muchas cosas nuevas, pero tu esencia es tu mayor fortaleza.

Si pudieras resumir en una palabra lo que representa este grupo, ¿cuál sería?

Sororidad.



En el marco del décimo primer aniversario de la Comunidad Latinas en Alemania, Liz Sotorrivas y su organización han preparado un nutrido programa de actividades que se llevará a cabo el 24 de octubre de 2025 en la Embajada de México en Berlín.

El evento incluirá conferencias, charlas, presentaciones de libros y diversas actividades culturales, culminando con una cena de celebración en el Hotel Riu, donde se compartirán momentos de encuentro y alegría.

Desde este espacio queremos felicitar de corazón a la comunidad, al grupo de Latinas en Alemania, y expresar nuestros mejores deseos a Liz, a su equipo y a todas las participantes por este hermoso camino de unión, crecimiento y sororidad.



Parabienes querida Liz.

Lo que no te dije

 A veces un libro llega a nuestras manos no para quedarse, sino para abrir una puerta.Hace unas semanas leí «El arte de engañar al karma,» y aunque no voy a hablar del libro en sí, hubo un capítulo que me tocó especialmente: “Lo que no te dije”.Esa simple frase despertó algo en mí: la necesidad de decir aquello que guardé en silencio cuando me dijeron que para pintar no bastaba con la intención, que hacía falta talento.Y sí, tal vez tenían razón: para pintar, para dibujar, para tocar un instrumento, se necesita talento.Pero yo tengo algo más que eso.Pinto con el alma, pinto con el corazón.Porque pintar es una de las cosas que más amo hacer; y con los colores que plasmo en el lienzo, plasmo la vida.Mi vida es una vida donde la sombra me abraza, donde yo abrazo la sombra, y donde los colores juegan un papel muy importante.Mi mundo de flores, de animales, está lleno de símbolos: fuerza, paciencia, amor, libertad.Mis pinturas pueden tener trazos de niña, sí, pero detrás de cada trazo hay una mujer que ha recorrido un camino.Una mujer que eligió ser feliz.Los colores que uso son los colores de mi alma, de mi corazón, de mi vida y de mi libertad.Lo que no te dije —y quizás tampoco me dije a mí misma—es que soy feliz pintando,soy feliz creando,soy feliz con mi arte.Y aunque puede ser que tú no lo veas con el alma, con el corazón o con los ojos del corazón…lo que no te dije es que la creación es mucho más que intención o talento: es dar con el alma.






























¿Y tú?¿Hay algo que todavía no te dijiste a ti mismo sobre lo que amas hacer?A veces, cuando nos damos permiso de crear desde el alma, descubrimos que el talento más grande es ser fiel a lo que nos hace vibrar.


sábado, 18 de octubre de 2025

Karlovi Vary, ciudad donde las aguas sanan

  Llegué a Karlovy Vary con la sensación de entrar en un sueño antiguo, de esos que huelen a bosque y a piedra mojada.

La ciudad se abre entre montes verdes y un río que refleja las fachadas como si quisiera recordar cada color, cada siglo.

Fundada en el siglo XIV por el emperador Carlos IV, Karlovy Vary nació del asombro: cuentan que el emperador descubrió sus aguas termales mientras cazaba, y que desde entonces las fuentes comenzaron a sanar cuerpos… y a inspirar almas.






💧 Las aguas que sanan y susurran

Caminar por sus calles es escuchar el murmullo del tiempo.

Las columnatas se alzan elegantes, protegiendo las fuentes donde el agua brota caliente, viva, curativa.

En cada sorbo hay una historia mineral, un eco del corazón de la tierra.

Me detuve en la Colonnada del Molino, donde los visitantes llenan pequeñas tazas de porcelana con agua humeante, y sentí que cada fuente tenía su propio tono, su propio secreto.








☕ Sabores que cuentan historias

El aire tiene aroma a gofre y a esperanza.

Los oblátky, las tradicionales galletas redondas, se venden en cada esquina y crujen entre los dedos como si guardaran la dulzura de la infancia.

En los cafés, el tiempo se detiene.

Un café junto al río Teplá, una copa del licor Becherovka, y el rumor del agua que no deja de cantar.






🌿 Un refugio de belleza y silencio

Karlovy Vary es un refugio de belleza y quietud.

Las colinas la abrazan, los balnearios respiran historia, y el alma —si se queda quieta— puede escuchar el susurro de las aguas,

que aún hoy repiten, con paciencia de siglos,

que sanar también es recordar.







🌸 Karlovy Vary, the City Where Waters Whisper







I arrived in Karlovy Vary feeling as if I were stepping into an old dream — one that smells of forest and wet stone.

The city unfolds between green hills and a river that mirrors the facades as though trying to preserve every color, every century.

Founded in the 14th century by Emperor Charles IV, Karlovy Vary was born from wonder: legend says the emperor discovered its hot springs while hunting, and since then, the waters have healed bodies… and inspired souls


💧 The Healing and Whispering Waters

Walking through its streets feels like listening to the murmur of time.

Elegant colonnades shelter the springs where water rises hot, alive, and healing.

Each sip tells a mineral story, an echo from the earth’s heart.

I stopped at the Mill Colonnade, where visitors fill small porcelain cups with steaming water, and I felt that every spring had its own tone, its own secret.





☕ Flavors That Tell Stories






The air smells of wafers and hope.

The traditional oblátky, thin round cookies, are sold on every corner, crisp and warm, like the sweetness of childhood.

In the cafés, time seems to pause — a coffee by the Teplá River, a glass of Becherovka, and the whispering water that never stops singing.


🌿 A Haven of Beauty and Quiet









Karlovy Vary is a haven of beauty and peace.

The hills embrace it, the spas breathe history, and the soul — if it stands still — can hear the whisper of the waters,

repeating with centuries of patience

that to heal is also to remember.